sábado, 14 de marzo de 2015






    La educación en valores debe ser en los actuales momentos para la sociedad venezolana un imperativo categórico. Mucho se ha escrito y hablado sobre el papel que debería desempeñar la educación en la transformación de las personas y con ellas la sociedad pero poco se ha hecho al respecto.Por otra parte, son pocas las personas en el país dedicadas a traducir las distintas teorías y modelos cognoscitivos a una práctica pedagógica específica en el ambiente escolar. Ante este panorama es conveniente conocer y poner en práctica las distintas maneras o modos de concretar las diversas teorías en materia de educación en valores. Hoy no son pocos los que reflexionan sobre el tema, pero hace falta mayor producción de ideas en torno a su puesta en práctica. Por ello, presentamos una reflexión en torno a lo que significa una educación en valores sustentada en virtudes y actitudes; en este caso consideramos el estudio de diversos autores que presentan una metodología específica para hacer realidad el tan anhelado cambio personal y social.






LOS VALORES.

          Con la palabra valor se designa lo que vale. También se indica que un valor es una cualidad de una cosa por la que se paga algo. El sentido común insinúa que los valores son ciertas cosas que son importantes para una persona. La definición de valor depende del enfoque o punto de vista que se adopte. Por ejemplo para Adam Smith el valor de un bien se fija con base en la oferta y la demanda. Esta postura es vista desde la lente de la economía. Otra postura la encontramos en Marx, para quien el valor es trabajo cristalizado. Desde la perspectiva filosófica, las interpretaciones de valor son de dos tipos: la subjetiva que niega la realidad en sí a los valores y los hace depender de la estimación personal y la objetiva según la cual los valores son independientes de toda apreciación individual. Rugarcía plantea que un valor es algo a lo que vale la pena dedicar la vida o parte de ella. Los valores, en su expresión genérica , pueden ser de dos tipos:
morales y no morales. Sin embargo, cuando se trata de educación en valores no se habla del término genérico, sino de los valores morales. Los valores morales, como la responsabilidad y la honestidad implican
una obligación. La educación de los hijos que constituye para los padres un compromiso, aún cuando nadie
esté formalmente recordándole esta obligación moral. En otras palabras, los valores morales nos dicen lo que debemos hacer. Por su parte, los valores no morales tienen una obligación no asociada.
           En esta misma línea de reflexión conceptual, se afirma insistentemente que los valores son indefinibles, porque son el reino de lo alógico. Sin embargo, las más dispares escuelas podrían coincidir en
esto: valor es aquello capaz de arrancarnos de nuestra indiferencia, lo que hace que prefiramos unas cosas a otras, que las estimemos, más o menos; en una palabra, el valor reside en la preferibilidad o estimabilidad del objeto.


ACTITUDES

         Un aspecto de los valores pertinente a la educación, es sin duda su relación con las actitudes. Estas expresan los valores personales, sociales y humanos, del individuo, producto de sus decisiones. En otros contextos, suele decirse también que la actitud es una disposición permanente del sujeto para reaccionar ante determinados valores. Por ejemplo, hay quien siente la preocupación por la pulcritud y hay muchas maneras de caracterizar a una persona, pero si poseemos los rasgos o apreciaciones de sus actitudes,
de su aceptación o rechazo habitual de determinados valores, si conocemos la intensidad y signo de las preferencias que imantan y configuran su vida, tendremos un buen diseño o perfil de su personalidad. El asunto más difícil consiste en determinar las categorías que nos permiten entender este hecho de tan multiforme y complicada faz. El hilo conductor que califica y da sentido a las actitudes son los valores. Es
decir, se pueden agrupar las actitudes según los valores que las definen.
          Según Juan Manuel Cobo, se puede entender una actitud como “una realidad en la persona , que le predispone a actuar de una manera determinada, que le inclina a obrar en una determinada dirección”,
lo que podríamos llamar una predisposición conductual, que no consideramos innata, sino algo que la persona adquiere”  De acuerdo entonces con el autor, la actitud hace referencia explícita a la acción.






EL MAESTRO COMO REFERENTE SIGNIFICATIVO EN LA FORMACION DE VALORES

            El tema de la educación en valores es apasionante. Su importancia social y la diversidad de planteamientos que surgen cuando se inician las investigaciones en esta área lo confirman. Pero así como
es innegable la necesidad de profundizar en el tema, también hay factores que atentan contra la posibilidad de desarrollar o poner en práctica iniciativas en este campo. En Venezuela no son pocos los problemas que aquejan al sistema educativo. Creemos que quizá el más grave es la costumbre del ciudadano común a ver los antivalores como un estilo de vida aceptable. Por contraposición, la práctica de virtudes es menospreciada o por lo menos quien intenta manifestar conductas acordes a ciertos valores universales es mal visto. En otras palabras, parece que la crisis educativa y social actual tiene anclada sus raíces en un cambio de valoraciones en el ciudadano.  Lo más importante todavía es que en la escuela convergen los niños y jóvenes que constituyen el marco de referencia de la sociedad en el futuro. Así pues que el maestro en este sistema tiene, junto a la familia, una loable tarea que cumplir. A los maestros le dedicaremos
las siguientes líneas. Partimos del convencimiento de que el maestro (a) o profesor(a) es , junto con los padres, el modelo principal en el que el niño o el joven se fija para formar el cuadro de valores que dan sentido a su vida. Esto es muy importante considerar porque se tiene la falsa creencia
de que el niño va a la escuela a aprender conceptos únicamente. La función de modelaje que ejerce el maestro(a) en sus estudiantes es fundamental si consideramos que éstos comparten incluso hasta 8
horas diarias. La causa principal de este hecho es que “la imitación juega un papel importante en la adquisición de la cultura desviada y de la adaptada”, tal como afirma un clásico del estudio de la significación
y condiciones en que se desarrolla el hecho imitativo . La imitación cobra tanto mayor relieve cuanto más estrechos son los lazos afectivos que unen al niño con el adulto. El docente debe ser consciente de esta responsabilidad porque podría ser que se le estuviera escapando de sus manos algo muy fundamental en la educación de los niños y jóvenes a su cargo y que no es otra cosa que propiciar las condiciones para vivir en un ambiente de valores. En el ámbito educativo está creciendo la conciencia de la importancia del docente como transmisor de valores. Un hecho que se explica por el número creciente de publicaciones en esta área- aunque haciendo la salvedad de que todavía en nuestro país estamos en las etapas iniciales- y sobre todo porque ya se percibe en algunos centros educativos el interés por desarrollar proyectos de valores en sus centros.


¿ COMO EDUCAR EN VALORES EN LA ESCUELA?

           Principios metodológicos y estrategias en el salón de clases Para estar presente y ayudar a los niños y jóvenes a llegar a ser, necesitamos un proyecto pedagógico que sea al mismo tiempo un espíritu y un programa, un estilo de vida y una pedagogía, una cierta manera de pensar y una manera de vivir en el seno de la comunidad escolar y social. Necesitamos un proyecto que mejore las oportunidades de nuestra juventud y que asegure la viabilidad de una vida verdaderamente humana, democrática. Con la intención de poder profundizar en un proyecto es necesario algunas posibilidades, es necesario proponerse el desarrollo de un proyecto pedagógico que tenga al menos las siguientes metas: a. Formar en la libertad y en la unidad de la persona. Liberar, porque no se nace siendo libres, nos liberamos en procesos ininterrumpidos. La libertad es una conquista. que el hombre es su libertad y el camino a la personalidad está hecho de decisiones personales. Somos tarea de nosotros mismos y nadie puede sustituirnos en ella.

    Formar en la creatividad y en los valores de la imaginación. Una persona creativa tendrá más oportunidades de sobrevivir en un mundo cambiante como el nuestro. Sólo aquellos que puedan adaptarse a los cambios sociales , podrán producir en forma creativa.Formar en los valores de relación, diálogo, comunicación, participación y servicios. Sin ellos el ser humano corre el riesgo de perderse en el grupo y cerrarse en la soledad. El hombre se hace hacia fuera , dando y recibiendo. El es algo que los demás no tienen
y lo necesitan para ser. Y los demás son lo que a él le falta, por lo que se puede afirmar que en el darse, en el comunicarse, la persona se realiza.. Formar en la interioridad del ser, siempre amenazado por lo externo,
por la profusión de bienes materiales y el deseo de su posesión. Ayudar en el progreso y en la conquista del ser frente al poseer de nuestra sociedad consumista. Formar en un respeto a la vida, amenazada hoy por el progreso técnico y utilizado a veces con fines contrarios al servicio del hombre. Se trata entonces de formar al hombre nuevo, para un mundo también nuevo. Un hombre capaz de pensamientos propios y decisiones
autónomas, al menos en las dimensiones de su propia vida.

EL MÉTODO DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS MORALES

           Es necesario proporcionar situaciones y actividades que les ayuden tanto a los niños como a los jóvenes descubrir y vivenciar las experiencias en donde se pongan en juego los valores, que les permita
ser más conscientes y participativos en este tema. El análisis de las experiencias puede ser significativo para el niño y el joven ya que les permite acercarse a la intimidad de su existencia, hacia el centro de su vida, para “hablar libremente de su vida, de sus experiencias, afrontar las emociones, descubrir el problema, volver sobre el hecho que lo ha turbado, superar lo verdadero de lo falso, adquiriendo de esta manera un instrumento importante para su vida" Un trabajo así realizado asegura la promoción de los valores y de los principios ligados a la adquisición de la autonomía personal, a la solidaridad responsable y el resurgimiento de un sentido personal en el actuar.

EL MÉTODO DE DESCUBRIR LOS VALORES

             A través de diferentes caminos, cada escuela debe precisar, según sus necesidades y circunstancia , cuáles de ellos son prioritarios en la comunidad en que está establecida y, de acuerdo con el sustrato axiológico en que se fundamenta su proyecto pedagógico, ayudar a descubrirlos sin hacer nunca una propuesta cerrada.

EL MÉTODO DE INCULCAR LOS VALORES
  
            En este caso, la escuela, el equipo docente, suscita en sus alumnos aquellos valores que han sido considerados fundamentales y, por lo tanto, deseables de alcanzar, ayudándoles a construir su sistema de valores de forma independiente y personal.

EL MÉTODO DE CLARIFICAR LOS VALORES

              Es una acción consciente y sistemática del orientador o maestro que tiene por objeto estimular el proceso de valoración en los alumnos, con el fin de que éstos lleguen a darse cuenta de cuáles son realmente sus valores y puedan así sentirse responsables y comprometidos con ellos. Esto se hace posible cuando se ayuda a tomar contacto con lo que constituye un valor para la propia vida, ayudando a encontrar
los propios valores, el sentido de la propia existencia y a afianzarlos y profundizarlos mediante el estudio y la reflexión personales; nunca imponiéndolos.

HACER VIDA LOS VALORES EN LA EDUCACIÓN 

              Los valores son como humo si no están definidos y vividos. La escuela proporcionará ocasiones de vivir los valores en los cuales se cree; si el valor no es asumido, difícilmente podrá ser proyectado en
acciones cotidianas , ya sea individual o colectivamente. La escuela tiene una gran responsabilidad ante esto. Ella misma está obligada a vivirlos en relación con todo el personal.

METODOLOGÍAS QUE INVOLUCRAN A LAS FAMILIAS EN FORMA COORDINADAS

              Con la escuela. Se trata de que los padres mantengan una interacción permanente en las escuelas, colaborando con la formación de su hijo. Las actividades en este caso pueden ser reuniones al inicio del año escolar para dar a conocer el ámbito de la formación en valores en que se involucra el colegio y la familia. Pedir la colaboración de los padres en la participación de actividades y eventos que realice el colegio en el área de valores. Otra de las actividades puede ser organizar campañas donde se involucren la escuela y la familia. Una vez al mes se trabaja con una virtud . Adicionalmente con los padres se realiza una actividad con el fin de que conozcan de la campaña de valores que se ejecuta en el colegio. Otro aspecto es la escuela para padres. Se trata de reunir periódicamente a los padres alrededor de un tema de interés sobre la formación de sus hijos.

METODOLOGÍA QUE INVOLUCRAN A LA ESCUELA

            Se trata de rescatar las ceremonias y fiestas tradicionales, especialmente reconociendo los valores presentes en dicha celebración. Ayudar a promover la identidad de los alumnos y profesores en las escuelas, lo que se traducirá en el cariño de ese espacio donde se comparten momentos agradables.


 METODOLOGÍAS PARA APLICAR EN CLASE 

             En este campo son infinitas las posibilidades considerando la creatividad del docente. Por eso mencionaremos algunas que recoge el autor Juan Grass Pedrals referidas como estrategias de sensibilización y empatía en las que intervienen las actividades de clarificación de valores



                En conclusión podemos decir que la educación es una fuente inagotable de valores. Aceptamos
que un valor es aquello capaz de arrancarnos de nuestra indiferencia, lo que hace que prefiramos unas cosas a otras , que las estimemos más o menos, en una palabra, solamente se puede hablar de valor cuando un ente mueve nuestras tendencias y nuestra voluntad. En el ejercicio de la educación los valores están presentes. Ellos inspiran la práctica educativa. La relación educación- valor es intrínseca al mismo acto de educar por ello es que debe ser prioritaria. La educación en valores no puede seguir siendo un apéndice de
la acción educativa escolar. Debe ser un eje integrador de todo lo que la escuela es y hace. De lo contrario, la escuela no podrá cumplir su misión de formar hombres y mujeres con capacidad real de vivir con libertad.Ahora bien, ante tanta incertidumbre en torno a la pregunta de cuáles son los valores necesarios en una sociedad y cuáles debería suscitar un docente en su salón de clases, podemos pisar el terreno del consenso señalando que la tarea del educador puede circunscribirse a ayudar al estudiante a encontrar sus propios valores y actuar con sentido y dar sentido a su vida. Esto no implica que el docente manifieste sus propios valores y los presente como una opción de vida. Ante esta situación el docente debe y tiene que estar consciente de que un ambiente desfavorable puede conspirar en contra de lo que se pretende hacer en la escuela, como por ejemplo el individualismo, la competitividad, el razonamiento superficial y la poca preparación en la educación moral.